Cómo conseguir retratos perfectos sin reventar el evento
Los actos de empresa, las conferencias y los eventos de equipo son algo más que la creación de redes y la formación: también ofrecen la oportunidad perfecta para las fotos de los empleados. Esto no sólo te ahorra costes, sino que también reduce significativamente el esfuerzo organizativo. En este artículo, explico los criterios clave para que las fotos de empleados en eventos tengan éxito.
“Por fin estamos todos juntos, mi jefe quiere hacerse nuevos retratos. ¿Es posible?”. Esta pregunta se hace a menudo, pero la respuesta es compleja.
Ante todo, depende de cuál sea el resultado deseado. ¿Son “suficientes” las fotos de carné o deben ser retratos de alta calidad que a tus colegas les guste utilizar en la intranet, en sus firmas de correo electrónico y en LinkedIn? Si sólo quieres fotos sencillas para el pasaporte, mis servicios como fotógrafo profesional pueden ser superfluos. Estas fotos no son adecuadas para una amplia gama de usos y a menudo provocan insatisfacción entre las personas fotografiadas. En pocas palabras, son trabajo de cadena de montaje.
Programación: La calidad requiere tiempo
“Somos 30 y tenemos media hora. ¿Es suficiente?”
“No hay problema, vendré con ocho fotógrafos”.
La calidad de una foto es directamente proporcional al tiempo programado. Recomiendo al menos 10 minutos por retrato para dar a los empleados la oportunidad de familiarizarse con la cámara y encontrar la mejor pose. Esta inversión de tiempo se reflejará posteriormente en la satisfacción de los empleados con las fotos y su uso real.
El factor mental: el miedo a la cámara
Los jefes a menudo subestiman lo angustioso que puede ser ser fotografiado. Nadie quiere dejar entrever que se siente incómodo. Pero si el resultado no es el adecuado, lo más probable es que las fotos acaben en el armario del veneno en lugar de en tu perfil de LinkedIn.
Mi recomendación: si es posible, planifica la sesión fotográfica durante un periodo de tiempo más largo durante el día paralelo al evento, en lugar de programarla a una hora fija. A continuación, los empleados se acercan al fotógrafo de uno en uno.
Claro que esto crea más “ruido de fondo” en tu acto, pero en general es más relajado que apretujarlo todo en una franja horaria en la que todo tiene que funcionar. Y ocho fotógrafos, como en el ejemplo, primero deben ajustarse al presupuesto.
Preparación: la clave del éxito
Para conseguir fotos realmente representativas y profesionales, es importante que tus empleados estén óptimamente preparados. Esta lista de control te ayudará a prepararte.
- Elegir al fotógrafo: Elegir al fotógrafo adecuado es crucial. Un buen fotógrafo debe ser capaz de establecer rápidamente una relación con los empleados para obtener fotos auténticas. Es una mezcla de payaso y persona. Fotografiar a los empleados durante todo el día es un maratón, porque la última foto tiene que ser tan buena como la primera. La mejor forma de averiguar quién te conviene es en una entrevista personal.
- Selección de la sala: Una sala aislada o discreta es ideal para dar intimidad a los empleados durante el rodaje.
- Información y comunicación: No hagas de la sesión de fotos una sorpresa. De lo contrario, muchas personas tienden a sentirse cogidas por sorpresa y ya no tienen la oportunidad de prepararse. Ya sea una visita a la peluquería o elegir la ropa adecuada. Explica a tus empleados para qué se van a utilizar las imágenes, qué significado tiene para tu empresa y por qué es importante para el empleado. Esto aumenta significativamente la tasa de participación y también la puntualidad del fotógrafo.
- Herramientas de planificación: En principio, puedes crear una simple lista con un horario para coordinar a tus empleados. Advanced es una moderna aplicación web de planificación en la que los compañeros pueden reservar su propia franja horaria. Incluso puedes recibir un recordatorio por SMS de que se acerca tu sesión.
Conclusión: Al final, sólo cuentan las fotos. Nunca las circunstancias.
Una planificación y preparación cuidadosas son cruciales para el éxito del proyecto. Recuerda: al final, todo el mundo sólo mira las fotos, no las circunstancias de su creación. Una sesión fotográfica bien planificada es una valiosa inversión que da sus frutos de muchas maneras: desde la satisfacción de los empleados hasta la imagen externa de la empresa.